Bueno, pues como lo prometido es deuda, aquí va la selección de villancicos, en toda la extensión de la palabra, que hemos estado escuchando y viendo en clase.
Habíamos comenzado por los orígnes de este tipo de música, y habíamos dicho que surgió allá por la Edad Media, y que eran canciones que cantaban los villanos, es decir, los habitantes de las villas, y que no tenían nada que ver con temas religiosos ni de Navidad.
El villancico que he seleccionado en esta ocasión es una canción anónima (como la gran mayoría de la que se hacía en esa época) y que cuenta el encuentro de un buen mozo con tres morillas, que eran cristianas en Jaén, y cuyos nombres eran Axa, Fátima y Marién, muy monas ellas y que enamoraron al susodicho mozo.
Por cierto, dicen que el villancico, en su manera de escribirse, tiene origen en un tipo de música árabe llamada zéjel.
Pues continuamos con la siguiente época: el Renacimiento. Aquí todo sigue más o menos igual, lo único que cambia es que sí se firman la obras, y gracias a ello sabemos que el siguiente villancico lo escribió Juan del Enzina. Ahora no se habla de amor ni nada de eso, sino de lo divertido que es estar de fiesta... ¡y ya nos arrepentiremos mañana! Está cantado en castellano antiguo, por eso a lo mejor no se entiende demasiado bien lo que dice.
Pero esta música es la que ha quedado escrita y no la única que se ha hecho a lo largo del tiempo. Hoy día conocemos los villancicos tradicionales, populares, los que se saben y se cantan "de toda la vida" y de los cuales no conocemos en su gran mayoría quién los ha escrito. Sí sus intérpretes, es decir quién los canta. Y cada cantante o cada grupo los hace a su manera, así que un mismo villancico lo podemos encintrar versionado de mil formas. Un ejemplo es el siguiente, estilo aflamencado...
Pues nos quedamos con la última versión y este nuevo estilo musical: el jazz.
Es un estilo que surge a finales del siglo XIX y comienzos del XX en Estados Unidos y que lo hace entre la población negra, que por aquel entonces era considerada inferior y era marginada. El ser humano siempre se ha valido del arte para poder expresar su dolor y sufrimiento, así que mezclaron la música gospel o espirituales de la época de la esclavitud con músicas llegadas de Europa y surgió este nuevo estilo tan variopinto que es el jazz.
Por supuesto que también ha cantado a la Navidad, y aquí tenemos la prueba:
Y para acabar os dejo con la grandísima Ella Fitzgerald... ¡Felices fiestas!
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