Y nuestros judíos se fueron...

... y con ellos perdimos una gran parte de nuestro patrimonio cultural, social, económico... 

Se fueron con lo puesto, sin nada más que su amor propio hecho trizas, el corazón roto por dejar su amada Sefarad, sin comprender los caprichos de una reina obsesionada por obtener el favor del Papa y por cristianizar a todo aquel que se hallara en el reino de Castilla. Entramos en una época en la que la sociedad es cristiana de religión pero pobre en todo lo demás...

... y puede que en su peregrinar por el norte de África, Europa, Turquía... para hacer un poquito menos dolorosa la marcha cantaran canciones como 

TRES CLAVINAS

llevando así con ellos sus costumbres, sus creencias, su lengua judeo-española y una gran tristeza en el alma por no poder volver nunca más a su tierra.